Ángela Jiménez

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Te sientes mal y te sienta mal.

Lo he roto por un breve momento de risas y las risas no han sido tantas en mi interior. El pasado Viernes rompí el primer acuerdo de «ser impecable en mis palabras».

He experimentado cómo el veneno entra en mi, mientras posiblemente la otra persona ni se entera obviamente.

Así que por fin he comprendido que los acuerdos no son para vivir con otros, son para cuidarnos y vivir en paz nosotras.

Lo he sentido, comprobado y vivenciando.

Durante toda la semana no chismorreé y La Paz y la calma se quedaron en mí.

El malestar del Viernes se pasó. Mi ego era inexistente no quería hacer saber lo “mala” que es la otra persona. Mi ser hablo, sintió y percibió eso que cuesta y de lo que hablamos mucho: “La compasión”.

Comencé a experimentar la compasión en su estado más elevado, y el Sábado todo fue maravilloso. Mi ser brincaba en armonía de felicidad por «ser mí», por habitarme, y gracias a poner foco en el acuerdo, modifiqué un estado de mi ser que quería cambiar. Sustituí la soberbia por compasión, y adivina que pasó…?

QUE LA PAZ INUNDÓ MI CUERPO, MI MENTE Y MI ALMA.

Ahora, en lugar de torturarme por haber roto el acuerdo, doy las gracias por haber experimentado lo que sucede cuando lo haces y cuando no lo haces en consciencia…que todo cambia.

Que ya no quieres hacerlo más. Que quieres ser impecable en tus palabras SIEMPRE. Que vives más en paz, más tranquila porque ves claramente cómo el ego quiere que todo el mundo sepa, pero como a tú ser, le da exactamente igual. ABSOLUTAMENTE igual. Porque está feliz. Saltando y brincando en prado verde relajado de una mente, un cuerpo y un corazón en calma. Y de verdad siento como mi ser observa, acepta y comprende desde la compasión, a los diferentes a mi mente y a mis valores, al fin y al cabo cada quien elige la persona que desea ser, y si los pensamientos nos construyen, mejor que sean de los bonitos.

Feliz noche.

Os quiero, siempre.

Pd: las cosas se perciben, se sienten. No hace falta explicarlas, al final todo cae por su propio peso. Siempre. Mente en calma, Cuerpo en calma.

Mis Domingos suenan mucho a ritmo de jazz al piano, ¿Y los tuyos?.

Buenas Noches.

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